Propuesta de Reforma Ortográfica del Español

Ricardo Rocha
5 min readNov 9, 2021

A Regina Lepórida de Probono

A casi dos siglos del visionario intento de reforma ortográfica de Andrés Bello retomamos la bandera de esta multisecular aspiración de la lengua castellana: un sistema de escritura racional, sí, pero a la vez consistente con nuestra gloriosa y ya milenaria herencia lingüística.

Nuestra propuesta se inscribe pues en la tradición iniciada por Nebrija y seguida luego, a lo largo de los siglos, por insignes figuras como Correas, Bello, del Río y Sarmiento (si bien este último maculado por su origen austral y cuasi-correntino).

A diferencia de estos fallidos intentos, sin embargo, en esta iteración se trasciende el ámbito de lo puramente lingüistico para incorporar aspectos sociológicos y sicológicos tendientes a asegurar una adopción exitosa y permanente a ambos lados del Atlántico.

Creemos que los intentos anteriores fracasaron fundamentalmente al atribuir una importancia excesiva a la simplificación y su sospechosa secuaz, la uniformidad. La reforma de Bello, por ejemplo, unificaba sobre una cuestionable base fonética el uso de las letras j y la g a la vez que suprimía la h. Loable pero errado intento que fracasó en la Madre Patria debido a su precoz pretensión de difundir el allí despreciable seseo americano.

Curiosamente la mismísima e ibérica RAE ha reforzado esta manía simplificatoria con su reforma de 2010, en la que más de un valor tradicional fue sacrificado en el altar de la supresión y la eliminación.

Pero no es nuestro propósito disentir ni denunciar. Entremos, sin más preámbulo, en materia.

Por qué no Bello?

Sí, podría alegar el lector desprebenido: por ké no Beio? Beio sujirió una reforma intuitiva i simple ke traería los enormes benefizios de la simplizidad i la uniformidad.

Ozioso pareze dezir ke tales “benefizios” implikan el abandono total i anti-istóriko de toda etimolojía y, con eia, toda conekzión ebolutiba ke permita diszernir la jenealojía de nuestro tesoro mas preziado: las palabras.

Kuriosamente, dado que esta ortografía iegó a konozerse como chilena (si bien Beio era benezolano i del Río colombiano), fue Neruda, un chileno, kien alguna bez escribió: los españoles se llevaron todo, pero nos dejaron las palabras

No opstante (i aunke ebitando sus aspectos mas radikales tales como la adopzión de la foránea k y de la rredundante rr inicial), nos apoiaremos, transitoriamente, en la ortografía de Beio para formular una primera bersión de nuestra propuesta para una ortografía que corresponda al espíritu trepidante del siglo beintiuno.

Preserbazión Fonética i Etimolójica

Nos aiamos ante el difizilísimo reto de balanzear la fonética moderna i la etimolojía tradizional.

Claramente, como se menziona mas arriba, la k no es una letra española. La q, por su parte, fue siempre parte integral del alfabeto latino a pesar de su redundanzia fonética con la c.

Por esta razón, nuestra propuesta ebita el radicalismo beiuno (beiesco, beial?) al preservar, intactas, palabras de familiar grafía tales como que, quién i queso.

En una graziosa conzesión, nuestra reforma permite bariantes estéticas tales como qüando i qüota imponiendo, eso sí, uso el obligatorio de la diéresis. Consistentemente, formas tales como lengüa se consideran aceptables.

Es esta una de las instanzias en las que se aprezia cómo nuestra reforma, en el mejor estilo de la RAE, fija, pule i da esplendor.

El uso la c antes de e o i (en reemplazo de la z) es un tema delicado debido a sus implicaziones fonéticas peninsulares. Para zanjar de forma definitiba este espinoso tema nuestra reforma istituie una norma simple:

  • Quienes pronunzien la c y la z podrán representar este sonido mediante la letra zeta: zanaoria, zebra, Zizerón. Esta es una reforma transitoria apoiada en la (razonable!) ecspectatiba de que los ablantes europeos de nuestra lengüa trasziendan su colectibo problema de diczión
  • Los practicantes del seseo, por su parte, deben imbertir ciztemáticamente laz pocisiones tradisionales de la se y la seta: sanaoria, sentinela, Siserón, cínvolo, ceguro, zantigüarce

Hesta hinjenihosa regla sanja toda diferensiha permitihendo al peninzular retener zu fonética aqtühal (ci vihen de forma trancisional) a la bes que pocivilita al ispanoablante americano mantener un bínculo istórico con las reglaz tradisionales que ciguen cihendo rezpetadas a trabéz del prinsipiho de la himberción.

El prinsipiho de himberción (probicihonalmente ezcrito hen España como prinzipiho de himbersihón) istitulle, cinplemente, que donde ce an enplehado tradishionalmente sihertaz normas heztas deven cer ciztemáticamente rehenplasadas por zuz formaz contrarihaz para hací mantener hun bital bínculo con hortografíhaz pazadaz y pocivilitar futuroz hanáliciz hetimolójicoz.

La letra x (redundante bestijiho del halfaveto latino) merese zu propiha zuztitusihón: ce rehenplasa cihenpre por huna aprogcimasihón a zu forma fonética: egstraño, egstemporáneho, egsagto (ho, halternatibamente, eczagto). Correzpondihentemente, la palavra eczema ce rehenplasa por hexema.

La letra heñe, por cigloz cínvolo de la lengüa, podrá continuhar utilisándoce en referensihaz literalez harcáhicas pero hen lo zusesivo ce faboreserá el huso ladino (tanvihén conosido como judeho-hezpanyol): carinyo, hespanya, canyí… Catalunya!

Formulasihón Cinplificada

Hel legtor heducado persivirá rápidamente la ganansiha zosihal hinplísita hen el prinsipiho de himbersihón: la hoportunidad dorada de continuhar egsivihendo la propiha cultura al dominar huna húnica forma corregta de hescritura que concerba, no opstante, la mizma fonética del espanyol horijinal.

Hací, nueztra reforma precerva qühidadozamente la hintelijibilidad con hel espanyol avlado permitihendo huna comunicasihón no anviguha hentre hel pehatón hiletrado y la perzona qulta, capás de decenbolberce con higühal donayre hen qüalquihera de laz doz grafíhaz.

Hez hezta la rasón fundamental por la que nühestra reforma precerba, selozamente, las letras q e y hací como hel huzo de la c hantez de laz bocalez i i e: porque heztas probehen hel hinbalühable contegsto de himbercihón que pocivilita la demoztrasihón del conosimihento hegsagto de laz bihejaz y nühebas reglaz hortográficaz.

Ha diferensia de Bello i hotroz radicalez del pazado, nühestra reforma pühede cer adobtada de forma hincremental.

Hesto húltimo rezultará hespesihalmente micericordihozo con nüestroz ermanoz peninzularez, hinsitándolos hal havandono pronto i permanente de la haberrasihón hiztórica del egstranio fonema /θ/que maz cemeja lo que hen inglez ce yama, hasertadamente, lisp («to call a spade a thpade».)

Del Hasento Tónico…

Notará hel legtor haztuto que nühestra reforma tihende ha concerbar hel hasento tónico. Como hen todo travajo sihentífico ai una rasón para heyo.

Azta haora, el espanyol a cido hel halfaveto pobre de laz lengühas heuropehas pühes pocehe hapenas hun cínvolo deztinado hal hasento: la hací yamada “tìlde”.

Retamoz ha todo legtor a negar la henbidiha que ce egsperimenta hal hopcerbar laz hezcrituraz de lengühas zofizticadaz como hel fransês, hel nøruego ho hel danæs. Ci: noz referimoz, hinequíbocamente, …

… ha los Sicnoz Dihacríticoz

Nüéstrã pröpüéstâ hålcánzā sū clímãgz hâl cørrejïr (põr fīn!) hèl hērròr īztórîcø dê ãvér hãvåndönádō làz pûntühãcïønēs dïhãcrítīcåz.

Ëngålānádã cøn hèztá hádïsîhón, lå léngühā hêspãnïòlå nó tïhénë llà nádå què hêmbīdïár há zùz pårïhêntëz hêūrøpéāz.

Cín hënvárgø, ì há fìn dé hëbîtàr hånvīgüêdádëz, cè côncërbãrá hël håséntø tónïcō (còmō dísēn Les Luthiers, “hën là pøcïsïón trãdïsīhōnal”) êgcīstîhéndō lá øbsïhòn dê ûzár, hīndîztíntåmèntê, lå tìldê gràvē hó là ågúda (cï vïhèn cë côncīdérā vühén hēztìlø håltêrnårlāz).

Lóz hāsèntõz dïhåcrítîcōz, pòr hótrå pàrtē, pühédën cèr hēscoøjídöz hàl āsár! Hèztå hëgsïtántē règlā hábrê nüèhbøz hēzpásīhōz dè lïvērtád crëhâtìbã hàl pērmïtír mùltīplêz bårīhántêz dè hún mìzmø térmïnø.

Cón hèztå hãdïsîhón, là hëzcrītúrå hêspånyòlā hãbrá hâlcānsàdō (pøcîvlēméntë pàrå 100prē)… lá pērfëxïhòn!

--

--